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  • Dios, quédate conmigo, que no pase por mis labios ninguna palabra que no sea tu palabra, que no entren en mi mente pensamientos que no sean tus pensamientos, que no se haga ni se entretenga conmigo ninguna acción que no sea tu acción.

    Malcolm Muggeridge (2005). “Seeing Through the Eye: Malcolm Muggeridge on Faith”, p.215, Ignatius Press