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Hay una tercera parte silenciosa en todos nuestros tratos. La naturaleza y el alma de las cosas toman sobre sí la garantía del cumplimiento de todo contrato, de modo que el servicio honesto no puede resultar en pérdida. Si sirves a un amo ingrato, sírvele más. Pon a Dios en deuda contigo. Todo golpe será pagado. Cuanto más tiempo se retenga el pago, mejor para ti; pues interés compuesto sobre interés compuesto es la tasa y el uso de este erario.