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  • Individualmente, los pobres no son demasiado tentadores para los ladrones, por razones obvias. Atraca a un banquero y puede que te lleves una cartera con el alquiler de un mes. Atraca a un conserje y tendrás suerte si consigues el billete de autobús para huir de la escena del crimen.

    "Preying on the Poor". www.tomdispatch.com. 17 de mayo de 2012.