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No juzgo a los que no pueden soñar, a los que necesitan agujerearse los brazos para crear mundos distintos bajo su piel, porque soy afortunado en las herramientas de mis escapes
No juzgo a los que no pueden soñar, a los que necesitan agujerearse los brazos para crear mundos distintos bajo su piel, porque soy afortunado en las herramientas de mis escapes