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Por supuesto, nos enfrentaremos al miedo, al ridículo y a la oposición. Tengamos el valor de desafiar el consenso, el valor de defender los principios. La valentía, no el compromiso, trae la sonrisa de la aprobación de Dios.
Por supuesto, nos enfrentaremos al miedo, al ridículo y a la oposición. Tengamos el valor de desafiar el consenso, el valor de defender los principios. La valentía, no el compromiso, trae la sonrisa de la aprobación de Dios.