Autores:
  • Hay una grasa que los diabéticos pueden comer sin miedo. Esa grasa es el aceite de coco. No sólo no contribuye a la diabetes, sino que ayuda a regular el azúcar en sangre, disminuyendo así los efectos de la enfermedad

    Bruce Fife (2004). “The Coconut Oil Miracle”, p.149, Penguin