-
He aquí, pues, a Septimus Dodge regresando victorioso a la ciudad de Dodge. No coronado de laurel, es cierto, sino envuelto en listas de cosas que ha visto y chupado hasta dejarlas secas. Visto y chupado hasta secarse, ya sabes: Venus de Milo, el Rin o el Coliseo: tragados como tantas almejas, y dejadas las conchas.