-
Un sábado de 1984, entré en mi primera reunión de AA. Fui con regularidad durante seis años y sólo dejé de ir cuando me di cuenta de que mi problema subyacente no era auténtico alcoholismo, sino depresión.
Un sábado de 1984, entré en mi primera reunión de AA. Fui con regularidad durante seis años y sólo dejé de ir cuando me di cuenta de que mi problema subyacente no era auténtico alcoholismo, sino depresión.