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  • Pero el Tiempo insensible es cruel y despiadado. Corroe y luego destruye, de modo que el hombre al que literal y figuradamente admirabas con tu cara regordeta, que te levantaba para cruzar la calle y te daba palmaditas en la cabeza para que te rieras, más tarde mirará a través de ti desde una cama de hospital torcida y luego a ciegas mientras te maquilla en un ataúd de saldo. Las personas que ahora te rodean generando calor desaparecerán dejando sólo un frío vacío; el cuerpo que posees y el cerebro que alberga funcionarán mal.