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Un empleador no tiene nada que ver con la personalidad de un hombre. El empleo es un contrato específico que exige un rendimiento específico... Cualquier intento de ir más allá es una usurpación. Es una intromisión inmoral e ilegal en la vida privada. Es abuso de poder. Un empleado no debe "lealtad", no debe "amor" ni "actitudes": debe rendimiento y nada más. .... La tarea no consiste en cambiar la personalidad, sino en capacitar a una persona para que obtenga resultados y rinda.