Autores:
  • No existen pruebas estadísticas de que la oración reduzca la enfermedad y la mortalidad, salvo quizá a través de una mejora psicógena del sistema inmunitario; si fuera de otro modo, el mundo entero rezaría continuamente.

    E. O. Wilson (2014). “Consilience: The Unity of Knowledge”, p.364, Vintage