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Dios puso a prueba a Abraham. La tentación no está hecha para hacernos fracasar; está hecha para enfrentarnos a una situación de la que salgamos más fuertes de lo que éramos. La tentación no es el castigo de la hombría; es la gloria de la hombría.
Dios puso a prueba a Abraham. La tentación no está hecha para hacernos fracasar; está hecha para enfrentarnos a una situación de la que salgamos más fuertes de lo que éramos. La tentación no es el castigo de la hombría; es la gloria de la hombría.