Autores:
  • Cuando plantas lechuga, si no crece bien, no culpas a la lechuga. Hay que buscar las razones por las que no crece bien. Puede que necesite fertilizante, más agua o menos sol. Nunca culpas a la lechuga. Sin embargo, si tenemos problemas con nuestros amigos o familiares, culpamos a la otra persona. Pero si sabemos cuidarlos, crecerán bien, como la lechuga. Culpar no tiene ningún efecto positivo, como tampoco lo tiene intentar persuadir utilizando la razón y los argumentos. Esa es mi experiencia. Ni culpar, ni razonar, ni argumentar, sólo comprender.