-
La ruptura y la agonía que hoy nos desgarran serán nuestra salvación si nos impulsan por nuevas rutas a su encuentro. Nadie puede apoderarse por nosotros de una obra maestra del amor ni experimentar por nosotros el éxtasis del arte ni botar por nosotros naves de libros cargadas de pan dulce para fortalecer al hombre. Como antaño, debemos ser nuestros propios videntes, músicos y exploradores, y en mayor medida que nunca.