-
He aprendido que amarse a uno mismo requiere un coraje como ningún otro. Requiere que creamos y seamos leales a algo que nadie más puede ver y que nos mantiene en el mundo: nuestra propia valía.
He aprendido que amarse a uno mismo requiere un coraje como ningún otro. Requiere que creamos y seamos leales a algo que nadie más puede ver y que nos mantiene en el mundo: nuestra propia valía.