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  • Cuando eres joven, eres como un arroyo joven, y encuentras muchas rocas, muchos obstáculos y dificultades en tu camino. Te apresuras a pasar estos obstáculos y llegar al océano. Pero a medida que el arroyo baja por los campos, se hace más grande y más tranquilo y puede disfrutar del reflejo del cielo. Es maravilloso. Llegará al mar de todos modos, así que disfrute del viaje. Disfruta del sol, de la puesta de sol, de la luna, de los pájaros, de los árboles y de las muchas bellezas que hay por el camino. Saborea cada momento de tu vida cotidiana.