Autores:
  • Ofrezca algún gesto de amabilidad consigo mismo. A veces es sólo un mensaje, para decir: "No pasa nada. Vas a estar bien. Ya hemos pasado por esto antes". La intención es tranquilizarte, decirte que no estás solo y que puedes hacerlo. Es la forma más poderosa de salir de lo que yo llamo el "trance de la indignidad".

    Fuente: www.washingtonpost.com