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  • Un día, Mara, el dios budista de la ignorancia y el mal, viajaba por los pueblos de la India con sus ayudantes. Vio a un hombre que hacía meditación caminando y cuyo rostro estaba iluminado por el asombro. El hombre acababa de descubrir algo en el suelo delante de él. Los ayudantes de Mara le preguntaron qué era aquello y Mara respondió: "Un trozo de verdad". "¿No te molesta que alguien encuentre un trozo de verdad, oh malvado?", le preguntaron sus ayudantes. "No", respondió Mara. "Inmediatamente después suelen hacer de ello una creencia".