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La mayoría de nosotros nos hemos pasado la vida atrapados en planes, expectativas, ambiciones para el futuro; en remordimientos, culpa o vergüenza por el pasado. Entrar en el presente es detener la guerra.
La mayoría de nosotros nos hemos pasado la vida atrapados en planes, expectativas, ambiciones para el futuro; en remordimientos, culpa o vergüenza por el pasado. Entrar en el presente es detener la guerra.